El verano huele a un aroma encantador de lavanda. Vale la pena guardar sus flores secadas para que la fragancia se mantenga más tiempo en casa. Nuestra propuesta: recomendamos cerrarla en una vela hecha a mano lo que te dará más tiempo para disfrutar del olor hermoso.
¿Qué necesitas?
- un bote de cristal
- cera (puedes usar trozos de velas viejas)
- una mecha o cordón de algodón y algo para darle más peso en la parte inferior (nosotros utilizamos un botón)
- para atar a la mecha: un lápiz e hilo
- lavanda secada
- una cola caliente
- para fundir la cera: una olla con agua caliente, un recipiente, unos guantes
- un aceite esencial de lavanda
- un cordón de yute
¿Cómo se hace?
1. Antes de que empieces tu trabajo, prepara todos los accesorios necesarios.
2. A las paredes de bote, que necesitan ser limpias y secas, pega la lavanda con la cola caliente. Utiliza tanto las flores como las hojas.
3. Fija algo a la mecha para mantenerla firme en la parte inferior del bote (recomendamos usar un botón) y luego ata la mecha al lápiz con un hilo.
4. En un recipiente de vidrio, o bien en una lata vieja, mete la cera o los fragmentos de velas. A continuación, funde la cera en la olla con agua ardiente.
5. Cuando se derrita la cera, ponle el aceite esencial para potenciar el aroma de lavanda.
6. Vierte el líquido en el bote decorado (usa los guantes para no quemarte) y deja que se enfríe.
Como opción, puedes decorar el bote con un cordón de yute. Ahora enciende la vela y disfruta de su hermoso aroma.
