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La mayoría de nosotros ve la limpieza del hogar como una obligación tediosa que, además, parece interminable: inviertes un montón de horas limpiado y al poco rato todo se vuelve sucio. ¿Sabías que el orden en el que haces tus tareas influye mucho en tu eficacia? Conoce las 5 reglas básicas que te permitirán limpiar de forma efectiva y eficaz.

cómo limpiar con más eficiencia
reglas básica en la limpieza

1. Suciedad terca y resistente

Es mejor empezar la limpieza aplicando los detergentes adecuados directamente en las áreas de la suciedad más terca, para poder dejarlos actuar durante algún tiempo. Dichos lugares especialmente difíciles son, por ejemplo, las juntas de cocinas y baños o el horno cubierto de grasa y comida quemada que no se ha limpiado en siglos. Mientras los detergentes hacen el trabajo más pesado, tú puedes ocuparte de otras tareas.

2. Segregación y almacenamiento

Para mantener el orden, vale la pena crear la rutina de guardar cada cosa en su lugar y siempre dejarla en su sitio después del uso. Este hábito te ayudará a controlar el caos organizativo. Además, cada cosa debe guardarse con otros objetos similares, hecho que te permitirá encontrar lo que buscas de modo más rápido. En las estantes y encimeras mejor no apilar las cosas y guardar solo lo que es realmente necesario, pues, de lo contrario, tendremos que reajustarlo todo a menudo para limpiar y quitar el polvo. Deja encima solo aquello que uses a diario. Las demás cosas las guardamos en alguna caja o cesta, así serán fáciles de agrupar, encontrar y desempolvar si es preciso.

3. De arriba abajo

Cuando ya nos ponemos a limpiar (con toda la seriedad que se merece esta tarea), vale la pena aplicar el principio "de arriba a abajo". Eso quiere decir que empezamos con las partes superiores y terminamos en el suelo. Gracias a este truco, no tendremos que volver a barrer el suelo después de la limpieza de los muebles. Siempre empezamos con quitar el polvo de las superficies, y luego pasamos la aspiradora y fregamos el suelo. Procedemos del mismo modo en las viviendas de varias plantas: empezamos en la planta superior y descendemos para no llevar la suciedad de un lugar a otro. Y en una planta concreta, siempre empezamos limpiar el espacio más sucio, p.ej. la cocina, para no transportar migajas a otras rincones de casa.

secuencia de tareas de limpieza

4. De adentro hacia afuera

El segundo principio que tiene que ver con la secuencia de la limpieza es: "de adentro hacia afuera". Esto significa que primero limpiamos el interior de los armarios o equipos, y posteriormente nos ocupamos de las puertas para evitar las salpicaduras. Lo mismo se refiere al frigorífico, ducha, bañera o váter. Además, siguiendo esta regla transmitimos menos gérmenes.

5. Saca, limpia, pon de nuevo

Si queremos limpiar cualquier espacio de manera meticulosa, primero debemos eliminar todos los objetos que puedan perturbar nuestro trabajo. Por eso, primero vaciamos el espacio, luego, lo lavamos por dentro y, a continuación, limpiamos todos los objetos que hemos sacado. Al final, volvemos a ponerlos dentro. Esta regla se aplica tanto a los utensilios de cocina, como a los cosméticos del baño o ropa en el armario.

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